17 de septiembre de 2014

Jusep ya es independiente… sin saberlo!

Por fin llegó el 10N y Catalunya es independiente. Se celebra una nueva Diada, algunos medio en broma la llaman Triada!! Una gran fiesta. Los metro cúbicos de cava corren por las principales ciudades de Catalunya.


Al día siguiente, Jusep… quien trabaja en Sevilla en marketing en una empresa de alimentación, recibe una carta del Ministeri del Exterió de la Generalitat, avisándole de que probablemente necesite regularizar su condición de inmigrante en el vecino Reino de España. 

El Ministerio de Trabajo Español va un poco más allá y le recuerda 5 días más tarde, que dispone de 60 días como periodo de gracia para conseguir su visado de trabajo, según los Tratados de la Unión Europea, o se procederá a su deportación. "Qué exageración pensó" - llevo años trabajando aquí... ni que estuviera en EEUU!



 Jusep tiene una novia en Sevilla, pero no es Sevillana… es Valenciana. Lidia.
Están muy enamorados. Entre ellos hablan catalán, como es normal. Siempre discuten si debe llamarse catalán o valenciano… después de discutir siempre llega la reconciliación... que es lo que más le gusta!!



 Él teme verse obligado a marcharse a Catalunya si no consigue su permiso de trabajo en España. Ella teme lo mismo, pues tiene un buen trabajo en Sevilla de maestra en un instituto de secundaria. Para ella ir a Catalunya significaría renunciar a su trabajo por un buen tiempo. Los visados en Catalunya para Españoles están imposibles… era una clásica reivindicación nacionalista “vienen a quitarnos todo, el trabajo, el dinero”.

 La legislación de la Republica Democrática de Catalunya está bastante impregnada de esta filosofía, tras los 300 años de opresión y ocupación Española. Los visados a Españoles casi no se vieron durante los primeros cinco años de independencia. En los primeros meses, también se sumaba el desconcierto de algo totalmente nuevo para muchos funcionarios, legisladores, ciudadanos...

 La pareja comenzaba a pasar unos de los momentos de mayor presión en su relación… su futuro era incierto. Seguramente tendrían que separarse o alguno de ellos renunciar a su trabajo. Comenzaron a discutir bastante por tanta presión… Jusep se sentía desconcertado… pero de momento seguían juntos.

 La familia de Jusep está preocupada por él, ya se habían hecho ilusión de boda a la vista! 
Jusep decide ir a verles. La primera sorpresa le llega en el aeropuerto, los mostradores hacia Catalunya se sitúan ahora en los vuelos internacionales fuera de la UE. La cola es un poco más lenta porque hay más de controles que los habituales en vuelos domésticos y también un control aduanero.
"Esto es de broma" - piensa... hace solo mes y medio que volé desde Bcn!

Ya en el aeropuerto algunos funcionarios le avisan que el proceso será más rápido cuando se instaure el nuevo pasaporte Catalán, pero que de momento hay que comprobar antiguos datos de inmigración de España con datos de empadronamiento en Catalunya, como medida transitoria.



Al llegar a Catalunya el proceso es aún más lento. “Prometemos que será más rápido” – rezan algunos carteles. Pero la verdad comprobar la nacionalidad Catalana toma un poco más de tiempo (incluye lidiar con partidas de nacimiento, no siempre fáciles pues dependían de la antigua Colonia Española).

Finalmente consiguió salir de la cola del aeropuerto del Prat, rebautizado Aeroport Arthur Mas… y todo volvió a la “normalidad”. Volvió a respirar el aire de su querida Barcelona, se sintió como en casa.

Se subió a un taxi… “de los de siempre” -pensó - amarillos y negros! Le agradaba hablar catalán con los taxistas, la mayoría de origen andaluz y con acento. Estos tenían cierto desconcierto de si podrían o no seguir viviendo allí... pero no parecían preocupados. Se sentían muy catalanes. 
Como siempre, les pedía oír la radio en catalán... 

Otra sorpresa le llegó al pagar el taxi… ¿como… no aceptan Euros? Venga ya hombre!!! Una broma o que? “No señor, le dijo el taxista” – solo podemos aceptar Castellets (nueva moneda catalana). La normativa es bastante estricta y nos arriesgamos a multas. Después de todo, era la moneda de la antigua colonia. 

Por suerte puedo pagar con su tarjeta de crédito… aunque lógicamente los cargos por cambios de moneda, por una moneda aún tan nueva y de escasa circulación, casi salieron más caros que el taxi.

Pronto descubrió que llamar a Lidia a Sevilla para ver que tal estaba, le costaba como llamada Internacional…



Eso sí, pensó... esto no hay quien me lo quite. "Veré un buen partido del Barça al llegar a casa con mi familia". La alegría le duró poco… su Barça del alma seguía intacto, pero jugaba con equipos de otros pueblos de Catalunya… le pareció una broma. 
"No reconoceremos una asociación deportiva de un país que nos ha ocupado y oprimido durante años" - decían muchos jugadores y miembros de Liga Catalana de Futbol, incluído su recién nombrado director Pep Guardiola.



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Esta fábula pretende ilustrar el absurdo de “declararse independiente”. De crear fronteras, de volver a poner obstáculos, que durante años de muchísimo esfuerzo en Europa se ha conseguido eliminar y esperemos que pronto en otras partes del mundo.

“Pero la independencia no es eso hombre!!!!” – dirán algunos.  
Asegurando a renglón seguido: Catalunya seguirá en el Euro, en la Otan, garantizará y defenderá la libre circulación de personas y de capitales, seguirá participando en todas las competiciones deportivas europeas, garantizará que las telecomunicaciones con el resto de España y le UE sean domésticas, tendrá acuerdos con las Seguridades Sociales de los países para poder trabajar en cualquier país, sin visados…

Ante lo cual me pregunto inquieto:
1.-¿Que es la independencia entonces, en un sentido tangible? ¿Es simplemente sacar una bandera, cantar algo y emborracharse con cava fresquito? ¿Tanto lío para eso? Tanta opresión.. tanto sentirse invadido. ¿Tendrá que materializarse en algo… no? Sobretodo después de tantos años de sufrimiento de colonización Española…

2.- Si Catalunya, al declararse independiente, está de facto diciendo que no quiere pertenecer a ese “club” de normas, acuerdos y costumbres (que es básicamente una definición simplista de nación o supra-nación como la UE). 
¿Luego si quiere seguir suscrita a esos acuerdos y normas y volver a pertenecer "de facto" a ese club de acuerdos y normas? 


Eso sí, mientras Jusep piensa en como le irá ahora en su vida y especialmente con  su querida Lidia… se ilusiona y casi emociona con pensar en que en Catalunya, por fin se podrá hablar catalán en todas partes sin sentir vergüenza o te miren mal, leer prensa en Catalán, celebrar la Diada a lo grande y no tan tímidamente como ahora, hacer Castellets todos los domingos, ver películas en catalán y hasta teatro en catalán… hasta televisión en Catalán a color. Incluso algunos dominios de Internet podrán poner .cat!!!

4 comentarios:

  1. mi hijo razona con mas sensatez (tiene menos de 10 años)
    saludos.

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  2. Ser independiente es poder decidir tu modelo educativo sin que te lo impongan desde un territorio que ni siquiera entiende tu lengua. También es poder echar mano de los impuestos que pagas sin que hagan un camino de ida y vuelta absurdo y que encima vuelvan diezmados. Es también lidiar con tus propios corruptos sin tener que lidiar además con los de otros territorios. Es poder gestionar tus grandes infraestructuras sabiendo que les puedes sacar más provecho del que ahora se les está sacando, ya que se está favoreciendo así las de otros territorios más afines (líneas ferroviarias, aeropuertos, ...). En fin, cosas como estas.

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  3. vaya blog más facha.


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  4. la independencia es , únicamente , el sentimiento colectivo y mayoritario de sentirse nación.
    Ese sentimiento ha estado siempre vivo en catalunya y en los catalanes, y es ahora, gracias a la propia España, que exigen el derecho a decidir (y que ojalá prospere)
    su ilustración , permitame decirle, demuestra una terrible ignorancia sobre el tema que trata.
    le felicito por su atrevimiento para hacer publica una reflexión que no tiene ni pies , ni cabeza.
    no hay por donde cogerlo, vaya

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