Al día siguiente, Jusep… quien trabaja en Sevilla en marketing en una empresa de alimentación, recibe una carta del Ministeri del
Exterió de la Generalitat, avisándole de que probablemente necesite regularizar su
condición de inmigrante en el vecino Reino de España.
El Ministerio de Trabajo
Español va un poco más allá y le recuerda 5 días más tarde, que dispone de 60 días como periodo de gracia para
conseguir su visado de trabajo, según los Tratados de la Unión Europea, o se procederá a su deportación. "Qué exageración pensó" - llevo años trabajando aquí... ni que estuviera en EEUU!
Están muy enamorados. Entre ellos hablan catalán, como es
normal. Siempre discuten si debe llamarse catalán o valenciano… después de
discutir siempre llega la reconciliación... que es lo que más le gusta!!
Él teme verse obligado a marcharse a Catalunya si no consigue su
permiso de trabajo en España. Ella teme lo mismo, pues tiene un buen trabajo en
Sevilla de maestra en un instituto de secundaria. Para ella ir a Catalunya
significaría renunciar a su trabajo por un buen tiempo. Los visados en Catalunya para Españoles
están imposibles… era una clásica reivindicación nacionalista “vienen a
quitarnos todo, el trabajo, el dinero”.
La legislación de la Republica Democrática de Catalunya está
bastante impregnada de esta filosofía, tras los 300 años de opresión y
ocupación Española. Los visados a Españoles casi no se vieron durante los primeros cinco años de independencia. En los primeros meses, también se sumaba el desconcierto de algo totalmente nuevo para muchos funcionarios, legisladores, ciudadanos...
La pareja comenzaba a pasar unos de los momentos de mayor
presión en su relación… su futuro era incierto. Seguramente tendrían que separarse o alguno de ellos
renunciar a su trabajo. Comenzaron a discutir bastante por tanta presión… Jusep
se sentía desconcertado… pero de momento seguían juntos.
La familia de Jusep está preocupada por él, ya se habían hecho ilusión de boda a la vista!
Jusep decide ir a
verles. La primera sorpresa le llega en el aeropuerto, los mostradores hacia Catalunya
se sitúan ahora en los vuelos internacionales fuera de la UE. La cola es un
poco más lenta porque hay más de controles que los habituales en vuelos domésticos y
también un control aduanero.
"Esto es de broma" - piensa... hace solo mes y medio que volé desde Bcn!
Ya en el aeropuerto algunos funcionarios le avisan que el proceso será más rápido cuando se
instaure el nuevo pasaporte Catalán, pero que de momento hay que comprobar
antiguos datos de inmigración de España con datos de empadronamiento en
Catalunya, como medida transitoria.
Al llegar a Catalunya el proceso es aún más lento. “Prometemos
que será más rápido” – rezan algunos carteles. Pero la verdad comprobar la
nacionalidad Catalana toma un poco más de tiempo (incluye lidiar con partidas de nacimiento, no siempre fáciles pues dependían de la antigua Colonia Española).
Finalmente consiguió salir de la cola del aeropuerto del Prat, rebautizado Aeroport Arthur Mas… y
todo volvió a la “normalidad”. Volvió a respirar el aire de su querida Barcelona, se sintió como en casa.
Se subió a un taxi… “de los de siempre” -pensó - amarillos y negros! Le agradaba hablar
catalán con los taxistas, la mayoría de origen andaluz y con acento. Estos tenían cierto desconcierto de si podrían o no seguir viviendo allí... pero no parecían preocupados. Se sentían muy catalanes.
Como siempre, les pedía oír la radio en catalán...
Otra sorpresa le llegó al pagar el taxi… ¿como… no aceptan Euros? Venga ya hombre!!! Una broma o que? “No señor, le dijo el taxista” – solo podemos aceptar Castellets (nueva moneda
catalana). La normativa es bastante estricta y nos arriesgamos a multas. Después de todo, era la moneda de la antigua colonia.
Por suerte puedo pagar con su
tarjeta de crédito… aunque lógicamente los cargos por cambios de moneda, por
una moneda aún tan nueva y de escasa circulación, casi salieron más caros que el
taxi.
Pronto descubrió que llamar a Lidia a Sevilla para ver que tal estaba, le costaba como llamada
Internacional…
Eso sí, pensó... esto no hay quien me lo quite. "Veré un buen partido del Barça al llegar a casa con mi familia". La alegría le duró poco… su Barça del alma seguía intacto, pero jugaba con equipos
de otros pueblos de Catalunya… le pareció una broma.
"No reconoceremos una asociación deportiva de un país que nos ha ocupado y oprimido durante años" - decían muchos jugadores y miembros de Liga Catalana de Futbol, incluído su recién nombrado director Pep Guardiola.
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Esta fábula pretende ilustrar el absurdo de “declararse
independiente”. De crear fronteras, de volver a poner obstáculos, que
durante años de muchísimo esfuerzo en Europa se ha conseguido eliminar y esperemos que pronto en otras partes del mundo.
“Pero la
independencia no es eso hombre!!!!” – dirán algunos.
Asegurando a renglón seguido: Catalunya seguirá en el Euro, en la Otan, garantizará y
defenderá la libre circulación de personas y de capitales, seguirá participando
en todas las competiciones deportivas europeas, garantizará que las telecomunicaciones
con el resto de España y le UE sean domésticas, tendrá acuerdos con las
Seguridades Sociales de los países para poder trabajar en cualquier país, sin
visados…
Ante lo cual me pregunto inquieto:
1.-¿Que es la independencia entonces, en un sentido tangible? ¿Es simplemente sacar una bandera, cantar algo y emborracharse con cava fresquito? ¿Tanto lío para eso? Tanta opresión.. tanto sentirse invadido. ¿Tendrá que materializarse en algo… no? Sobretodo después de tantos años de sufrimiento de colonización Española…
2.- Si Catalunya, al declararse independiente, está de facto diciendo que no quiere pertenecer a
ese “club” de normas, acuerdos y costumbres (que es básicamente una definición
simplista de nación o supra-nación como la UE).
¿Luego si quiere seguir suscrita a esos acuerdos y normas y volver a pertenecer "de facto" a ese club de acuerdos y normas?
Eso sí, mientras
Jusep piensa en como le irá ahora en su vida y especialmente con su querida Lidia… se ilusiona y casi emociona con pensar en
que en Catalunya, por fin se podrá hablar catalán en todas partes sin sentir
vergüenza o te miren mal, leer prensa en Catalán, celebrar la Diada a lo grande
y no tan tímidamente como ahora, hacer Castellets todos los domingos, ver
películas en catalán y hasta teatro en catalán… hasta televisión en Catalán a
color. Incluso algunos dominios de Internet podrán poner .cat!!!